Tuve muchas experiencias antes de conectar con mi pasión por ayudar a mitigar dolores. Probé en el diseño, el interiorismo, la iluminación, la hotelería hasta en la producción de cine. Finalmente me atreví a escuchar mi voz interior.

Soy la mayor de 11 hermanos, crecí entre dos familias opuestas y puse en duda si el modelo educativo convencional era el correcto para mí, llevándome a explorar y conectar con nuevas experiencias. Hoy vivo junto a Chepo, mi marido hace 14 años y el otro cerebro en este proyecto, pasando nuestros días entre Portugal y nuestro país natal Chile.

Historia de fibromialgia

Desde niña me interesé por la filosofía del yoga y en un viaje a Roma el año 2000 compré mi primer libro de ayurveda, encontrando lo que me cambiaría mi forma de ver la vida y de vivir mi fibromialgia. Mis autores favoritos son los que se apegan a tradiciones ancestrales y al orden natural.

El 2016 un accidente me dio espacio para leer durante varios meses. En esa recuperación mis libros de ayurveda fueron mi compañía. Me di cuenta que eso era lo que necesitaba en mi vida y decidí formarme como terapeuta en India.

Hice dos viajes de formación inicial en Kerala, al suroeste de India, donde se mantiene vigente lo más tradicional de la medicina ayurvédica. En mi formación tuve experiencia con maestros que heredaron el conocimiento a través de generaciones y profesores universitarios con formación contemporánea.

Guiar y escuchar ha sido algo intuitivo en mí desde siempre. Encontrarme con la terapia como una herramienta para ayudar a otras personas me llevó a conectar con esta medicina. Creé un método que funciona, porque se adapta a las necesidades de cada persona en la cultura urbana actual.

Madurar mi área espiritual es una inquietud constante y algo que me importa. Prefiero ver la realidad con perspectiva y desde la verdad, aunque duela o incomode. Siento que para llevar una vida satisfactoria y sentirme plena, necesito estar atenta a desenredar las dificultades y ser valiente con mis decisiones.